¿CÓMO SE FORMA LA AUTOESTIMA?
¿CÓMO SE FORMA LA AUTOESTIMA?
- El concepto de uno mismo va desarrollándose poco a poco a lo largo de la vida,
cada etapa aporta en mayor o menor grado, experiencias y
sentimientos, que darán como resultado una sensación general de valía e
incapacidad. En la infancia descubrimos que somos niños o niñas, que
tenemos manos, piernas, cabeza y otras partes de nuestro cuerpo.
También descubrimos que somos seres distintos de los demás y que hay
personas que nos aceptan y personas que nos rechazan. A partir de esas
experiencias tem¬pranas de aceptación y rechazo de los demás es
cuando comen¬zamos a generar una idea sobre lo que valemos y por lo
que va¬lemos o dejamos de valer. El niño gordito desde pequeño puede
ser de mayor un adulto feliz o un adulto infeliz, la dicha final
tie¬ne mucho que ver con la actitud que demostraron los demás ha¬cia
su exceso de peso desde la infancia.
- Durante la adolescencia, una de las
fases más críticas en el desarrollo de la autoestima, el joven
necesita forjarse una identidad firme y conocer a fondo sus
posibilidades como individuo; también precisa apoyo social por parte
de otros cuyos valores coincidan con los propios, así como hacerse
valioso para avanzar con confianza hacia el futuro. Es la época en la
que el muchacho pasa de la dependencia de las personas a las que ama
(la familia) a la independencia, a confiar en sus propios recursos. Si
durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima, le será
relativamente fácil superar la crisis y alcanzar la madurez. Si se
siente poco valioso corre el peligro de buscar la seguridad que le falta
por caminos aparentemente fáciles y gratificantes, pero a la larga
destructivos como la drogadicción.
- La baja autoestima está relacionada con una
distorsión del pensamiento (forma inadecuada de pensar). Las personas
con baja autoestima tienen una visión muy distorsionada de lo que sen
realmente; al mismo tiempo, estas personas mantienen unas exigencias
extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que deberían ser o
lograr. La persona con baja autoestima mantiene un diálogo consigo
misma que incluye pensamientos como:
- Sobregeneralización: A partir de
un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier
situación y momento: He fracasado una vez (en algo concreto); !Siempre
fracasaré! (se interioriza como que fracasaré en todo).
- Designación global: Se utilizan
términos peyorativos para describirse a uno mismo, en vez de describir
el error concretando el momento temporal en que sucedió: !Que torpe
(soy)!.
- Pensamiento polarizado: Pensamiento
de todo o nada. Se llevan las cosas a sus extremos. Se tienen
categorías absolutas. Es blanco o negro. Estás conmigo o contra mí. Lo
hago bien o mal. No se aceptan ni se saben dar valoraciones
relativas. O es perfecto o no vale.
- Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, !Tendría que haberme dado cuenta!.
- Personalización: Suponemos que todo
tiene que ver con nosotros y nos comparamos negativamente con todos
los demás. !Tiene mala cara, qué le habré hecho!.
- Lectura del pensamiento: supones
que no le interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan
mal de ti...sin evidencia real de ello. Son suposiciones que se
fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.
- Falacias de control: Sientes que
tienes una responsabilidad total con todo y con todos, o bien sientes
que no tienes control sobre nada, que se es una víctima desamparada.
- Razonamiento emocional: Si lo
siento así es verdad. Nos sentimos solos , sin amigos y creemos que
este sentimiento refleja la realidad sin parar a contrastarlo con
otros momentos y experiencias. "Si es que soy un inútil de verdad";
porque "siente" que es así realmente
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