miércoles, 22 de abril de 2015

EL OTRO YO





"EL OTRO YO" EXPLICADO DE MARIO BENEDETTI



Se narra  la historia de Amando Corriente, un hombre normal, vulgar y con malos hábitos que se sentía incómodo con quién era y al reprimir constantemente  su identidad surge este otro personaje: “el otro yo”, quien  representa el ideal de persona que él quería llegar a ser. Esta faceta de su personalidad era un ser más refinado que solía salir a luz en presencia de la sociedad. Un ejemplo de contraste entre estos dos personajes sería: a Armando escuchar a Mozart le producía sueño, en cambio a “el otro yo” lo emocionaba hasta las lágrimas. Armando le molestó tanto que  reaccionara así que decidió eliminar su otro yo para siempre, lo que evidentemente le causo sufrimiento. “El otro yo” no se ajustaba para nada a lo que él era, al ser una persona totalmente vulgar y tener que fingir todo el tiempo ser alguien refinado le llevo al punto del agotamiento y decidió ser el mismo desde ese momento en adelante. Al final de la historia, como Armando había sido el otro yo siempre frente a sus amigos, estos al pasar por su lado no lo reconocieron. Luego de haber retomado su verdadera personalidad, para sus amigos fue una persona irreconocible, lo marginaron, lo dejaron de lado, y lo compadecieron por su vulgaridad. Esta actitud lo instó a querer volver a ser quien era antes, sin embargo no logró conseguirlo porque se dio cuenta que cada persona es como nace y se cría dentro de su medio social, por lo tanto abandono para siempre su “otro yo”.
La relación que logro establecer entre el principio y el final es que Armando parte siendo mostrado como un ser absolutamente corriente y esto finalmente es en lo que se convierte definitivamente al final del relato. Está narrado de manera lineal y progresiva, la voz que lo relata corresponde a un narrador omnisciente que está al tanto de todo lo que pasa, conoce a la perfección a Armando y sólo se restringe a mostrar la historia sin involucrarse de ninguna manera, ya sea emocional, moral, etc. El estilo de narración es indirecto, el narrador enuncia su discurso en forma monologal y no reproduce los diálogos de los personajes, sino que los adapta a su discurso. El tiempo de la historia y el tiempo del discurso son distintos, los hechos ocurren con anterioridad a su escritura. Los personajes principales son Armando y “el otro yo” y los secundarios sus amigos.  Los principales escenarios en donde la historia transcurre son la casa del personaje principal y la calle; al ser un relato extremadamente corto no se dan mayores detalles en cuanto a espacios físicos, pero sí se puede inferir el status social del protagonistas que es relativamente carente de una gran educación y clase, y  por ende lo clasificaría como status bajo.
Una cosa que destaco de este cuento es como el escritor juega con el lector y lo obliga a imaginar o presuponer lo que no dice explícitamente, la intriga e interés que a la vez produce. La clasificación que yo le daría a este relato es dentro de los cuentos filosóficos o morales, ya que a través de un episodio en la vida de Armando nos hace reflexionar acerca de valorar aquello que nos constituye como persona sin avergonzarnos de nuestra identidad; su lectura nos deja una enseñanza.

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